Muchos conocen pero no tantos comprenden la importancia la comunicación a través de redes sociales para el pequeño comercio. Un mundo que, mediante una utilización correcta, puede proporcionarnos sustanciosos beneficios comerciales, se convierte en un arma de doble filo si no tenemos en cuentas ciertas pautas a la hora de promocionar nuestro negocio mediante las herramientas de comunicación social.
En primer lugar tenemos que considerar los datos con los que vamos a implementar nuestros distintos perfiles sociales. Los datos meramente informativos son necesarios para que nuestros posibles clientes puedan recabar toda la información que necesiten en cualquier momento sobre nosotros. Otros datos de tipo personal como gustos, ideales, etc. pueden considerarse no beneficiosos. Ya que, aun pudiendo proporcionarnos ciertas simpatías con los usuarios que compartan nuestras ideas, también pueden generar justo lo contrario. Por lo que intentaremos que la información proporcionada sobre nuestro negocio goce de la mayor neutralidad posible con respecto a este tipo de información.
Un grave error cometido por un alto porcentaje de usuarios es el de pensar que este tipo de plataformas trabajan solas, que con una buena idea para crear un buen perfil ya tienen todo el trabajo hecho. Nada está más lejos de la realidad. Es más perjudicial que beneficioso el hecho de tener un perfil en una red social y que este no muestre ningún tipo de movimiento (publicaciones e interacción con el resto de usuarios). La frecuencia de las publicaciones no es una ciencia exacta, no hay una periodicidad definida para este tipo de cosas. Dependiendo de la actividad y, sobre todo, del tiempo que tengamos destinado para este tipo de promociones, podremos marcar nuestro ritmo de inserción de información. Este dato también dependerá de la reacción de nuestro público objetivo.
¿Cómo podemos controlar la reacción de nuestro público objetivo?
Muchas de las plataformas sociales nos muestran información sobre los impactos de nuestras publicaciones. Por ejemplo, en Facebook podemos ver a cuantas personas ha llegado la publicaciones que hemos ofrecido en nuestra página. Este tipo de datos nos da una idea bastante clara de A: durante cuánto tiempo funcionan nuestras publicaciones y B: qué tipo de publicaciones son las que realmente funcionan. Si queremos monitorizar las actividades de nuestras redes sociales de una manera más efectiva y, sobre todo, mas centralizada, existen herramientas web destinadas a este tipo de trabajos. De ellas hablaremos próximamente.
Sólo nos queda hablar del tipo de contenidos que debemos utilizar para tener éxito en nuestra promoción a través de los medios sociales. Al igual que en la información de nuestro perfil, tendremos muy en cuenta la imparcialidad de los contenidos a publicar. Cualquier contenido político, ideológico, personal o que de alguna manera pueda resultar minimamente ofensivo para alguien, lo descartaremos inmediatamente. A la hora de realizar publicaciones tendremos muy en cuenta el interés que estas puedan originar en los usuarios, es decir, no bombardearemos con información sobre nuestros productos exclusivamente, ya que ese tipo de contenido, aun siendo el tipo de información que queremos hacer llegar a nuestros posibles clientes, normalmente, no genera una excesiva expectación. Si nos dedicamos a vender zapatos debemos publicar artículos, noticias, anécdotas, etc. que tengan que ver con el sector y, de vez en cuando, colar alguna de nuestras ofertas más atractivas.
Todo esto son unas pautas básicas a seguir a la hora de promocionar nuestro negocio a través de las redes sociales. No hay una fórmula magistral para lograr nuestras pretensiones en este medio. Sólo hay que observar los resultados y trabajar en consecuencia de los mismos.